EMOCIONES: SEÑALES EN EL CAMINO HACIA LA PRODUCTIVIDAD LABORAL

27 de enero de 2020

La expresión de las emociones en el ámbito laboral muchas veces es vista como una falta de capacidad para gestionarlas y, ciertamente, esta suposición no es del todo errada. Las emociones, además de ser inherentes a la composición del ser humano, son señales que indican con mucha precisión problemas subyacentes. Su buena gestión, aprender a utilizarlas y resolverlas, se convirtió en una herramienta que representa un gran beneficio para las empresas. Su interpretación permite que las organizaciones –cada día más a través de la disciplina del coaching empresarial– aprendan a maximizar la performance de sus empleados. Diego Enriquez, coach experto en consultoría empresarial, desarrolla el tema en esta entrevista.


Diego Ernesto Enriquez
 es consultor empresarial, miembro con credenciales PCC de la International Coach Federation, la organización considerada de más alto estándar en coaching a nivel mundial.

Trabaja en Latam y con el mercado latino de Estados Unidos desde hace más de 20 años. Actualmente es consultor de empresas de España, Japón, Estados Unidos, Uruguay, Paraguay, Perú y Argentina.


¿Por qué las emociones son tan importantes en las empresas?

Las emociones son uno de los mecanismos más grandes para desarrollar conciencia y de este modo expandir nuestras opciones. A su vez, al desarrollar más opciones tenemos la oportunidad de realizar mejores elecciones y así lograr mejores resultados. Es decir, conciencia es igual a resultados y gestión emocional es igual a resultados.

Pensemos en esto: las empresas están constituidas por personas; dentro de ellas hay conversaciones y del resultado de esas conversaciones se generan las emociones. Es decir que para que yo me emocione debe haber, antes, una conversación interna.

Los seres humanos somos ante todo seres emocionales y en la calidad de esas emociones se traduce lo saludable y efectivo que puede ser esa persona para la empresa.

¿Cuál es la diferencia entre Apple y cualquier otra marca del mundo? La calidad de las conversaciones que tienen quienes la integran. Es decir que la capacidad de gestión emocional es la que hace que Apple sea Apple.

Por otro lado, ocuparnos de las emociones es ocuparnos de las cosas que están a nuestro alcance y nos permite soltar aquello que no lo está. Lo que yo siento es mío, es exclusivo mío, viene de mi historiador interior.

Las emociones no son la realidad sino la interpretación de la realidad. Si yo imagino a un león detrás de un arbusto, sin verlo, solo porque quizás me contaron que había leones por esa zona, puedo sentir miedo solo por el hecho de imaginármelo. Es decir que el miedo es una interpretación, como todas las emociones.

¿Existen emociones buenas y emociones malas?

Las emociones no son ni buenas ni malas. Lo que hay que distinguir es entre emociones y conductas. El doctor Norberto Levy (psicoterapeuta, teórico, profesor y creador de la Autoasistencia Psicológica) interpreta las emociones como señales que nos indican un problema sin ser el problema en sí. Analicemos la alegoría del tablero: imaginemos que aparece en el tablero de un auto la señal de falta de combustible, ¿es malo este indicador? Claro que no, solo señala lo que falta, advierte que para el óptimo funcionamiento la cantidad de combustible es baja. Es decir que cumple con la función de avisar. Pero si no hacemos nada al respecto yendo a cargar combustible es muy probable que el coche nos deje en el medio del camino.

Estamos acostumbrados a enojarnos con el tablero cuando el tablero no es el problema sino la señal. Y así actuamos con las emociones, nos molestamos cuando nos enojamos como si el enojo estuviera mal, rechazamos el miedo como si el miedo fuera una mala emoción, sufrimos la culpa y así con cada emoción, cuando en verdad no son ni malas ni buenas, simplemente son parte de un mecanismo.

¿Qué estrategias se utilizan en una empresa que tiene una buena gestión de las emociones?

Hacerse cargo de las emociones es entender la problemática emocional. Es decir, las personas siempre van a tener emociones y ese mundo emocional está inmerso en las organizaciones, por lo tanto, observarlas, gestionarlas y trabajarlas dentro de lo que es el área laboral permite que las personas tengan mejores relaciones debido a que desarrollan un mejor contacto consigo mismos y con los demás. Esto genera que puedan expresarse mejor, sentir y entender más lo que sienten.   

Por ejemplo, enojarse puede traer grandes oportunidades, pero es necesario aprender a hacerlo, porque del modo en el que usualmente lo hacemos empeora aún más el problema. Un comportamiento muy habitual es atribuirle la culpa de eso que nos enoja a la otra persona, lo cual conduce a un comportamiento más bien de castigo hacia esa persona en lugar de enfocarse en resolver el problema. 

Es decir, pasar de la reactividad a la proactividad permite formas saludables de comunicación, nos habilita a tomar mejores decisiones, proporciona mejores respuestas, y trabaja sobre el sistema de creencias reemplazando creencias negativas y obsoletas por otras más habilitantes y actualizadas.

¿Qué opinás de la situación de “espejo”, cuando alguien ve algo en otra persona que le devuelve la imagen de aquello que le molesta de sí mismo?

La metáfora del espejo es muy propicia para definir el trabajo que hacemos desde el coaching. Es importante tener presente que mucho de lo que yo observo se trata más de mi punto de vista que de lo que está ocurriendo en realidad, pararse desde este lugar nos brinda una mayor apertura y nos corre de la certeza de ser dueños de la realidad.  

Es decir que eso que me ocurre está impregnado de una interpretación y no necesariamente de lo que yo estoy percibiendo. Al permitirme cuestionar a mi observador, mi manera de mirar logra que reconozca mi subjetividad y desde ahí es posible ser más objetivo, buscando los hechos y diferenciándolos de las interpretaciones. No todo pasa por uno, no somos el centro del universo, a los demás también les pasan cosas que nos exceden a nosotros.

¿Cómo se relaciona la performance en lo laboral con la expresión emocional?

Si las emociones son disfuncionales y la persona afectada activa el “modo defensa”, se irrita, se siente cargada, sobrepasada y comienza a bajar su energía. Eso impacta en todas las áreas de su vida. Las personas tienen lo que llamamos diálogos internos, es decir diálogos con ellos mismos, y diálogos públicos que son los que tienen con las demás personas.

Si los diálogos internos están alejados de los externos, si la persona no puede expresar sus pensamientos, si la persona no siente la seguridad psicológica como para poder abrirse a compartir, eso se traduce en una gran reducción de su capacidad creativa y en la pérdida de confianza no solo en las relaciones con los demás sino con ella misma también.

Permitir que las personas se expresen es acceder a la posibilidad de escucharlas y equivale a una gran cantidad de observaciones posibles que en vez de ser calladas se utilizan. El aprendizaje verdadero surge del contacto auténtico con la realidad dado por la comunicación honesta y no desde situaciones donde se finge, se disimula o se pretende.

Ocuparnos de que las personas se puedan expresar, de que se sientan escuchadas y de que con ello se mejore su salud emocional permite que puedan expresarse auténticamente porque proporcionar crecimiento en el nivel de confianza mejora las relaciones interpersonales, creando vínculos más abiertos, honestos y transparentes. Esto contribuye a desarrollar los talentos, sostenerlos en el tiempo, aumenta la flexibilidad y amplía las miradas tal como la toma decisiones.

¿Por qué es importante saber interpretarlas?

No puedo cambiar lo que no veo, es decir que sin conciencia no puede haber transformación. El momento en el que yo sé cómo abordar una emoción es el momento en el que me permito escucharla, de este modo puedo gestionarla, ocuparme y volverla funcional, ir hacia lo que necesito. Las emociones son un súper mecanismo para poder vincularnos de una manera mucho más satisfactoria y consciente. Nos marcan el camino, proporcionan claridad y dirección, y eso aumenta la efectividad.

¿Qué referente en emociones recomendarías para ampliar sobre el tema?

Recomendaría al Dr. Norberto Levy, mi gran maestro y amigo. Además de ser alguien a quien quiero mucho, es un referente mundial de las emociones y recomiendo dos libros en particular para ampliar sobre este tema: La sabiduría de las emociones I y La sabiduría de las emociones II.

¿Qué resultados notás luego de tus talleres y capacitaciones en empresas con respecto a las emociones?

Creo que el resultado se traduce en calidad de vida, en una mejor armonía vincular a nivel laboral. Las personas logran expresarse de una manera más cómoda, más íntegra, construyen ambientes más relajados y afectivos con una mayor conciencia, respuestas efectivas y también se desarticulan creencias obsoletas haciendo lugar a nuevas y más saludables.

¿Cómo será en las empresas del mañana la relación con las emociones?

El coaching es educación, es aprender a aprender. Para poder ir a la velocidad a la que está yendo el mundo hoy es importante que nos volvamos más humanos que nunca, es decir apropiarnos de nuestras emociones, escucharlas y legitimarlas, porque el humano tiene esa flexibilidad y esa capacidad de transformación. Habitamos un mundo disruptivo, entonces la capacidad de cambio y la resiliencia se vuelven fundamentales. Para mí, la mejor manera de prepararnos para el mundo que viene es volvernos lo más humanos posibles.